jueves, 19 de mayo de 2011

Datos reveladores sobre las extinciones masivas contenidos en los foraminíferos

Unos científicos que estudian los fósiles de esos pequeños organismos del plancton marino llamados foraminíferos, han logrado hacer encajar otra pieza en el rompecabezas del por qué las especies evolucionan o se extinguen.

La cuestión de si la extinción y la evolución están más controladas por el medio ambiente, o bien por la diversidad de especies existentes en un ecosistema, ha sido fuente de debates científicos desde la época de Darwin.

Un estudio llevado a cabo en foraminíferos, por investigadores del Imperial College de Londres y la Universidad de Cardiff, sugiere que es más probable que la evolución haga surgir nuevas especies cuando hay pocas, mientras que las extinciones están más relacionadas con un cambio en el medio ambiente que con el número de especies existentes.

Los foraminíferos son organismos que no miden más de medio milímetro, es decir que son más pequeños que un grano típico de arena. Abundan en todos los mares, donde han existido desde hace más de cien millones de años. Cuando los foraminíferos mueren, se hunden hasta alcanzar el fondo marino. Allí se acumulan en gruesas capas, las cuales constituyen un registro bastante intacto e ininterrumpido de su historia.

Estos organismos tienen conchas hechas en buena parte de carbonato de calcio, una composición similar a la de las conchas de los caracoles y la de las cáscaras de los huevos de ave.

Las conchas de los foraminíferos albergan huellas químicas que pueden revelar a los científicos información importante acerca del medio ambiente en el que vivieron los organismos que poseyeron esas conchas. Por esa razón, los foraminíferos son un excelente archivo natural de los cambios en el entorno y la evolución. (MANUEL FELIPE)

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