miércoles, 15 de junio de 2011

El Derretimiento de los Glaciares Hará Aumentar el Nivel del Mar en Unos 12 Centímetros Para el 2100

El deshielo de los glaciares de montaña contribuirá en 12 centímetros aproximadamente al aumento medio mundial del nivel del mar para finales de siglo, según una nueva investigación. 

Los contribuyentes más grandes a esa fracción del incremento del nivel del mar debida a los glaciares alpinos son los del Ártico canadiense, los de Alaska y los continentales de la Antártida. Los de los Alpes Europeos, Nueva Zelanda, el Cáucaso, Canadá Occidental y el oeste de Estados Unidos, aunque menores contribuyentes por su aporte, perderán más del 50 por ciento de su volumen actual según se calcula.

En el estudio, conducido por especialistas de la Universidad de la Columbia Británica, en Canadá, y la Universidad de Alaska en Fairbanks, se ha modelado la pérdida de volumen y el deshielo de 120.000 glaciares de montaña. Esta investigación es una de las primeras en proporcionar proyecciones detalladas del fenómeno por regiones. Actualmente, este tipo de deshielos es responsable de una porción desproporcionalmente grande de aumento del nivel del mar, a pesar de que estas montañas contienen menos del uno por ciento de toda el agua que se encuentra en la Tierra en forma de glaciares.



"Casi todas las investigaciones se enfocan hacia las grandes capas de hielo, pero muy pocos estudios de escala global cuantifican cuánta agua de deshielo cabe esperar de estos glaciares más pequeños que aportan cerca del 40 por ciento de la elevación total del nivel del mar que podemos observar ahora mismo", alerta Valentina Radic, coautora del estudio.

Las proyecciones globales hechas por el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) acerca de la elevación del nivel del mar causada por el derretimiento de los glaciares de montaña van desde los 7 hasta los 17 centímetros para finales del siglo XXI. Las proyecciones de Valentina Radic sólo son ligeramente más altas, en el rango de los 7 a los 18 centímetros.

El aumento del nivel del mar causado por la fusión de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida, así como la expansión térmica del agua, no han sido incluidos en los resultados.
(MANUEL FELIPE)

Un futuro con calor más elevado y duradero de lo pronosticado

La magnitud de los cambios climáticos naturales durante el pasado lejano de la Tierra sugiere que las futuras temperaturas puedan subir mucho más de lo calculado si la humanidad mantiene el ritmo actual de emisiones de gases de efecto invernadero, según las conclusiones a las que se ha llegado tras un nuevo análisis.Bookmark and Share

Basándose en observaciones recientes, el análisis realizado por Jeffrey Kiehl, científico del Centro Nacional estadounidense para la Investigación Atmosférica (NCAR, por sus siglas en inglés), examina la relación entre las temperaturas globales y los altos niveles de dióxido de carbono en la atmósfera hace decenas de millones de años. Los resultados son una advertencia de que, si las emisiones de CO2 continúan al ritmo actual hasta finales de este siglo, las concentraciones atmosféricas de los gases de efecto invernadero alcanzarán niveles que existieron por última vez hace entre 30 y 100 millones de años aproximadamente, cuando las temperaturas globales promedio eran 16 grados centígrados más altas que las de la historia humana previa a la Era Industrial.



Kiehl argumenta que las temperaturas globales pueden subir gradualmente durante los próximos siglos o milenios en respuesta al dióxido de carbono. Los elevados niveles de este gas de efecto invernadero pueden permanecer en la atmósfera a lo largo de decenas de miles de años, según estudios recientes de modelación digital de procesos geoquímicos, examinados para el nuevo análisis.

El análisis también indica que el sistema climático del planeta, para largos períodos de tiempo, puede ser por lo menos el doble de sensible al dióxido de carbono que lo pronosticado actualmente en los modelos digitales que por regla general se han centrado en las tendencias al calentamiento a corto plazo. Esto se debe sobre todo a que incluso los modelos digitales más sofisticados no han podido todavía incorporar otros procesos críticos, como el derretimiento neto de las capas de hielo y los glaciares, procesos que pueden tardar siglos o milenios en desarrollarse y que amplifican los efectos iniciales del calentamiento inducido por el dióxido de carbono, o la pérdida de grandes zonas de bosque, factores ambos que además cambian el albedo y el balance de radiación en nuestro planeta.

"Si no empezamos a trabajar en serio hacia la reducción de las emisiones de carbono, estaremos poniendo nuestro planeta en un camino que la especie humana nunca ha conocido", alerta Kiehl. "Habremos obligado a la civilización humana a vivir en un mundo diferente durante muchas generaciones".
(MANUEL FELIPE)

Las madres de gemelos viven más tiempo

Según un nuevo estudio, en comparación con las madres que en cada parto dan a luz a un solo bebé, las mujeres que tienen gemelos viven más tiempo, o al menos así sucedía con las mujeres del siglo XIX en Utah, Estados Unidos.

La opinión científica y popular predominante es que la carga para la salud de la madre es más pesada si da a luz gemelos. Sin embargo, esto parece quedar contrarrestado e incluso superado por la mayor fortaleza que, por lo visto, poseen las mujeres que tienen gemelos. Así lo cree el equipo del demógrafo Ken. R. Smith y la antropóloga Shannen Robson, ambos de la Universidad de Utah. Además de tener un embarazo con más descendencia, las mujeres que de forma natural dan a luz gemelos, viven más tiempo.

Tal como matizan los autores del estudio, esto no quiere decir que tener gemelos sea más saludable para las mujeres, sino que simplemente las mujeres más saludables tienen una mayor probabilidad de dar a luz gemelos y sobrevivir al parto.

La investigación se basa en los datos sobre 58.786 mujeres de Utah que estaban casadas con hombres no polígamos, y que nacieron entre 1807 y 1899. Los registros proceden de la base de datos de la población de Utah, que es una de las genealogías digitalizadas más voluminosas del mundo, e incluye registros de la inmigración de sujetos (mayormente mormones) a Utah y sus descendientes en este estado. La base de datos contiene ahora información sobre 6,4 millones de personas, desde principios del siglo XIX hasta la actualidad.

La muestra de 4.603 madres de gemelos es el conjunto más grande publicado hasta ahora de datos históricos sobre la fertilidad natural de madres de gemelos. Es por lo menos 18 veces más grande que cualquiera de las muestras históricas analizadas previamente, tal como subraya Robson.

Conviene matizar, sin embargo, que el estudio se ha centrado en las mujeres que vivieron hasta llegar al menos a la menopausia, no en aquellas que murieron antes, tal vez a consecuencia del propio parto. Es obvio que las mujeres que dan a luz gemelos, tienen mayor riesgo de sufrir complicaciones médicas que las que dan a luz a un solo bebé. Y ese riesgo aumenta con las que dan a luz a trillizos, y así sucesivamente. El estudio se ha centrado en las que no fallecieron por complicaciones del parto, y son esas madres de gemelos las que, en promedio, vivieron más años que las mujeres que en cada parto dieron a luz a un único bebé.
(MANUEL FELIPE)

martes, 14 de junio de 2011

La fuerte conexión de salud física y mental entre cónyuges con décadas de convivencia

Los resultados de un reciente estudio sobre parejas con muchos años de matrimonio otorgan un nuevo significado a la parte de las promesas nupciales que especifica "en la salud y en la enfermedad". En esta investigación se ha comprobado que el cónyuge ejerce un efecto mucho mayor de lo que se pensaba en la salud de su pareja.

El estudio revela una estrecha relación entre la salud física y el bienestar emocional en las parejas con muchos años de convivencia conyugal, y proporciona datos nuevos e importantes sobre el efecto psicológico de las limitaciones físicas en la vejez.

Un equipo de investigadores de la Universidad de la Columbia Británica (Canadá) y la Universidad Estatal de Pensilvania (Estados Unidos) realizó un seguimiento del historial de salud física y bienestar emocional de más de 1.700 parejas maduras durante un período de 15 años. Los participantes tenían edades comprendidas entre los 76 y los 90 años, y bastantes habían estado casados durante más de 40 años.

Tanto en individuos como en parejas, los investigadores encontraron una fuerte relación entre los síntomas de depresión (tristeza, sensación de soledad y desasosiego) y las limitaciones funcionales (la incapacidad física para realizar tareas básicas como subir escaleras, levantar objetos, cocinar y hacer la compra doméstica). Aunque en estudios anteriores se había relacionado la salud física con el bienestar emocional en individuos, éste es el primer estudio que muestra el fenómeno en parejas.

El equipo de la psicóloga Christiane Hoppmann constató que los síntomas depresivos de los cónyuges fluctuaban en estrecha relación con los de sus parejas. Las limitaciones funcionales de uno de los cónyuges no sólo influían en sus propios síntomas depresivos, sino también en los síntomas depresivos del otro cónyuge. El aumento en los síntomas depresivos de uno de los cónyuges también solía estar asociado con una mayor limitación funcional en ambos cónyuges.

Cuando las personas están deprimidas, tienden a preferir quedarse en casa. Si en un matrimonio uno de los cónyuges se comporta así, su actitud hace que el otro cónyuge también se quede más tiempo en casa. Eso es un problema, porque cuando los ancianos dejan de estar activos, como por ejemplo dejando de salir a pasear, de hacer compras domésticas, y de visitar amistades o socializarse de otras maneras, aumenta mucho su riesgo de perder las capacidades funcionales que les permiten hacer esas cosas.

Sorprendentemente, el equipo de investigación encontró que la relación entre los síntomas depresivos era un poco más fuerte en las parejas que en algunos individuos, lo cual sugiere que la salud física o mental de un cónyuge puede tener en algunos casos un mayor impacto sobre la salud de su pareja que en la suya propia.
(MANUEL FELIPE)

La nicotina activa receptores en el cerebro que reducen el apetito

Un nuevo estudio, publicado en la revista Science, revela cómo la nicotina activa un grupo de neuronas del hipotálamo que transmiten sensación de saciedad. Los resultados contribuirán al desarrollo de nuevos tratamientos para controlar el peso de los exfumadores –con tendencia a engordar cuando abandonan este hábito-, y de las personas con obesidad.

Investigadores norteamericanos han descubierto por qué los fumadores suelen, en general, pesar menos que los no fumadores. Según el estudio, publicado en la revista Science, la nicotina, uno de los principales factores de adicción al tabaco, suprime la sensación de apetito.

Los experimentos realizados en ratones muestran que esta sustancia activa un conjunto de receptores neuronales, diferentes a los que suscitan las ansias de fumar, que se sitúan en el sistema de melanocortina del hipotálamo. Este sistema se encarga de distribuir la energía extra que aportan los alimentos, metabolizándola o almacenándola en forma de grasa.

Además, tal y como señala Marina Picciotto, autora principal del estudio e investigadora del departamento de psiquiatría de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale (EE UU), “es posible suprimir la sensación de apetito sin afectar los centros de recompensa del cerebro”.

Y es que estos receptores aumentan la actividad de una serie de neuronas cerebrales, conocidas como células proopiomelanocortina o POMC, que se relacionan con la obesidad en humanos y animales. Los resultados revelaron que los ratones que carecían de las neuronas POMC no perdieron peso, a diferencia de los ratones que sí las tenían.

El tabaquismo es la principal causa de muerte prevenible en los países desarrollados, pero hay personas, sobre todo mujeres, que se niegan a dejar de fumar por temor a engordar.

“Identificar estos receptores ayudará a conocer los mecanismos asociados a la adicción, el peso y el hábito de fumar”, señala Mariella de Biasi, también autora del estudio e investigadora del departamento de Neurociencias del Colegio de Medicina Baylor de Houston (EE UU).

Aunque los resultados de la investigación solo se han obtenido en ratones, “podrían ser claves para el desarrollo de fármacos que ayuden a los fumadores a abandonar el tabaco sin ganar peso”, subraya la científica. Además, “estos medicamentos también permitirían controlar la obesidad y los desórdenes metabólicos de otras personas”, concluye. (Fuente: SINC)
(MANUEL FELIPE)

¿Por qué las mujeres sufren más migrañas?

Un equipo internacional de científicos ha identificado tres genes asociados con la migraña, un trastorno neurológico que afecta a cerca del 20% de las personas y es más común entre la población femenina. El hallazgo explica la relación más fuerte en las mujeres.

“Hemos avanzado en la comprensión biológica de la migraña al identificar tres genes relacionados con esta dolencia en la población general”, explica a SINC Markus Schuerks, autor principal del estudio e investigador del departamento de Neurología del Hospital Universitario Essen (Alemania).

El trabajo, publicado en Nature Genetics, revela que de las tres regiones genómicas asociadas con el trastorno, dos son específicas a éste, en comparación con dolores de cabeza de menor intensidad que no llegan a ser migrañas.

Los expertos analizaron las dolencias de 23.230 mujeres, procedentes del Estudio Sanitario del Genoma de la Mujer realizado en EE UU. De ellas, 5.122 padecían migrañas. En los estudios de replicación, esta vez en ambos sexos, los científicos descubrieron que una de estas regiones mostraba una asociación más fuerte en las mujeres.

Los resultados muestran cómo uno de los genes identificados (TRPM8), que se expresa en neuronas y codifica un sensor para el dolor, se expresa solo en las mujeres. Por su parte, el segundo gen (LRP1) está involucrado en la detección del ambiente extracelular y las vías neurotransmisoras.

La migraña es un trastorno neurológico común, heterogéneo y hereditario, que afecta a cerca del 20% de la población y es más frecuente entre las mujeres. Sin embargo, su fisiopatología no está del todo definida y las influencias genéticas que la provocan son un misterio para la comunidad científica. (Fuente: SINC)
(MANUEL FELIPE)

Algunos fármacos anticáncer "inteligentes" se confunden de objetivo

Algunos de los medicamentos anticáncer más caros y considerados los más eficaces, que a menudo son descritos como "fármacos inteligentes" por su capacidad para atacar a los tumores al interferir en procesos decisivos del crecimiento de las células cancerosas, no son eficaces en algunos pacientes. La causa no se conocía a ciencia cierta, hasta ahora.

En una investigación reciente, un equipo de expertos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, examinó una de las piezas del mecanismo subyacente en uno de tales procesos, el receptor EGFR. Y ha descubierto que otro receptor podría estar actuando como señuelo, por así decirlo, limitando de ese modo la cantidad de fármaco que llega al objetivo deseado.

Se sabe que fármacos inteligentes como el Cetuximab no son siempre eficaces en sus ataques contra las células cancerosas, pero la causa no estaba clara, hasta ahora.

El equipo de la Dra. Nita Maihle, profesora del departamento de patología y del de obstetricia, ginecología y ciencias reproductivas, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale, aisló, de la sangre humana, una proteína parecida al receptor EGFR. Este receptor es un objetivo farmacológico en el tratamiento del cáncer. La Dra. Maihle y sus colaboradores han constatado que el Cetuximab se une por igual al receptor EGFR y a esa proteína. Dicho de modo simple, el fármaco "inteligente" no sabe distinguir entre ambos y actúa de igual modo sobre los dos.

Como consecuencia de ello, esa proteína estaría actuando como un señuelo en la sangre de los pacientes con cáncer, lo que limitaría la cantidad de Cetuximab que verdaderamente alcanza el blanco deseado de ataque.

La cantidad de esa proteína en sangre varía bastante de un paciente a otro, de modo que no resulta extraño que los resultados en las pruebas de tratamiento con Cetuximab también hayan sido desiguales. Ésta es la explicación para esa notable diferencia.
(MANUEL FELIPE)