miércoles, 8 de junio de 2011

Reloj atómico de bolsillo disponible comercialmente

Un reloj atómico del tamaño aproximado de una cajetilla de cerillas, o sea un centenar de veces más pequeño que sus predecesores comerciales, se ha convertido en el más diminuto del mundo disponible comercialmente.

El reloj atómico portátil CSAC mide sólo unos 3,8 centímetros de lado y alrededor de 1 centímetro de fondo. Requiere 100 veces menos energía que sus predecesores. En vez de 10 vatios, sólo usa 100 milivatios.

El singular reloj, que se vende a unos 1.500 dólares, ha sido creado por un equipo de investigadores de la compañía Symmetricom Inc., el Laboratorio Draper, y los Laboratorios Nacionales de Sandía, las tres instituciones en Estados Unidos.

A pesar de las implicaciones comunes de la palabra "atómico", el reloj no usa la radioactividad como fuente de energía. Su adjetivo de "atómico" viene motivado por un rasgo de otra clase. En vez del anticuado resorte helicoidal utilizado en un reloj mecánico para accionar el conjunto de engranajes que mantienen en movimiento a las manecillas, un reloj como el CSAC mide la frecuencia de las ondas electromagnéticas emitidas por átomos de cesio contra los que impacta un diminuto haz de láser. Los átomos de cesio están alojados en un recipiente del tamaño de un grano de arroz.

Tampoco hay que ver este reloj como un nuevo modelo destinado a los geeks, aunque sin duda habrá quien se sienta fascinado por la posibilidad de llevar un reloj atómico en el bolsillo.

El CSAC está pensado para satisfacer las necesidades de ciertos usuarios especializados. Los mineros que trabajan a gran profundidad en el subsuelo, o los buzos en tareas de exploración del fondo del mar, ven a menudo bloqueadas las señales de GPS por las barreras naturales, con todos los problemas y riesgos que ello les puede acarrear. Estas personas podrían planificar operaciones de gran precisión, con sus acciones sincronizadas a la perfección con las de sus colegas en la superficie, gracias a usar relojes atómicos CSAC. Donde los relojes convencionales introducirían desajustes quizá críticos en la coordinación, los relojes atómicos CSAC se desajustan menos de una millonésima de segundo al día.

El reloj desarrollado por el equipo de Darwin Serkland (Laboratorios de Sandía) tiene muchos usos, tanto civiles como militares.
(MANUEL FELIPE)

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