jueves, 2 de junio de 2011

Cómo los mosquitos afrontan el fuerte aumento de temperatura corporal que sufren al ingerir sangre caliente

El patrón de alimentación de los mosquitos es inherentemente peligroso: Alimentarse de sangre implica encontrar una víctima, evitar ser detectado por el animal, agujerear la dura piel, y soportar las posibles respuestas inmunitarias de la víctima, por no mencionar el manotazo propinado por una mano humana o el rociado con insecticida.

Sin embargo, se ha pasado por alto hasta ahora el conjunto de efectos secundarios derivados de la temperatura de la sangre ingerida.

Buscando puntos débiles que puedan ser explotados para combatir a los mosquitos, el equipo de David Denlinger de la Universidad Estatal de Ohio ha determinado de qué modo los mosquitos hembra se protegen de esos efectos peligrosos del cambio de temperatura corporal durante y después de la ingestión de sangre. Se protegen al producir proteínas de choque térmico. Estas proteínas protegen la integridad de otras proteínas y enzimas, que a su vez, ayudan a las hembras de mosquito a digerir la sangre caliente y a mantener su capacidad de producir huevos.

Los investigadores colocaron sensores en mosquitos hembra y observaron que después de chupar éstas la sangre de un pollo, la temperatura corporal de los insectos aumentó de 22 a 32 grados centígrados en un minuto; éste es uno de los incrementos más rápidos de temperatura corporal registrados en un animal de sangre fría. Luego, se produjo una disminución de su temperatura corporal, que llegó a igualar la del entorno en unos pocos minutos.

Como reacción a este proceso de alimentarse de la sangre, el nivel de la proteína Hsp70 en el insecto se hizo casi 8 veces mayor de lo normal en una hora, y se mantuvo en no menos del doble de lo normal durante 12 horas.

En otros experimentos, se verificó que la elevación de la temperatura corporal por ingerir sangre caliente, más que el consiguiente aumento del volumen corporal, es lo que causa el aumento en los niveles de esas proteínas.
(MANUEL FELIPE)

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